Crítica | ‘Rosalina’ (2022)

Oh Romeo, ¿por qué eres tan tonto, Romeo?

De esto se habla poco, pero creo que el sub-género chick flick está en pleno resurgimiento, tanto cinematográfico como televisivo. Si hace un par de meses Netflix nos deleitó con ‘Revancha ya‘, recientemente ha llegado a Disney+ un retelling de uno de los grandes clásicos de Shakespeare: ‘Romeo y Julieta‘. La historia de siempre, pero contada desde otro punto de vista, con un marcado tono cómico dirigido al público adolescente y un leve espíritu anacrónico que la convierten en una película accesible, divertida y disfrutable.

Un recuento en tono de comedia de «Romeo y Julieta» de Shakespeare, contado desde el punto de vista de la ex novia de Romeo, Rosalina (Kaitlyn Dever), la mujer que Romeo (Kyle Allen) dice amar antes de enamorarse de Julieta (Isabela Merced).

El enfoque de ‘Rosalina‘ podría considerarse simplón y poco original, ya que no es la primera vez que se cuenta una historia ya conocida desde el punto de vista de un personaje secundario o del antagonista. Pero si este cambio de perspectiva aporta nueva información, quien lo cuenta sabe hacerlo con gancho o, como en el caso que nos atañe, su protagonista es carismática y sabe llevar el peso de la historia, puede ser más que interesante. Aquí como carta a favor tenemos el hecho de que a Rosalina solamente se la menciona de pasada en la obra original, así que la adaptación que han escrito Scott Neustadter y Michael H. Weber (basada en la novela escrita por Rebecca Serle, eso sí) tiene mucho terreno en el que jugar.

Aquí se nos plantea una adolescente rebelde que, por impedimentos de su familia, su sueño de ser cartógrafa y ver mundo es algo totalmente fuera de su alcance. Además, su relación en secreto con Romeo es lo único que le hace feliz. Pero la cosa se tuerce cuando Romeo decide hacerle ghosting en cuanto conoce a Julieta, que casualmente es la prima de Rosalina. A partir de aquí veremos cómo nuestra protagonista hace lo posible por sabotear la relación entre ambos, hasta que empiece a dudar de si estos celos son por amor o un mero capricho.

Kaitlyn Dever se roba totalmente el show como Rosalina. Ya demostró en ‘Superempollonas‘ que tiene una vis cómica innegable y aquí sabe llevar el peso de la historia y sacarnos un par de carcajadas. También aparece algún personaje creado para la ocasión, como Dario (Sean Teale), un pretendiente de Rosalina que sirve como contrapartida a nuestra protagonista como posible interés amoroso o Janet Minnie Driver, la ama de Rosalina y principal referente materno para ella. La historia también da más peso a otros secundarios ya conocidos, como Paris (Spencer Stevenson), que cumple la función de ser el típico amigo de la protagonista que se encuentra enmedio de todo el berenjenal que se monta.

La dirección de Karen Maine muestra un buen timing cómico para los gags, algunos de ellos de marcado tono slapstick (no muy exagerado, tampoco os asustéis) y otros puramente dialogados. También encontraremos ciertos anacronismos en los nombres de algunos personajes (hay un mensajero muy despistado que se llama Steve) y también en la música diegética, ya que son versiones instrumentales de temas modernos ya conocidos, un poco al estilo de lo que ocurre en ‘Los Bridgerton‘. Todo ello sirve para que no nos tomemos demasiado en serio esta alteración de la obra de Shakespeare, que no busca ser fiel a la historia sino retorcerla para contar algo diferente.

Una propuesta muy efectiva que sabe enganchar de principio a fin y no andarse demasiado por las ramas. Sabe meterse en el bolsillo al público más desenfadado y con ganas de divertirse. Shakespeare tal vez se revolverá en su tumba, pero creo que está curado de espanto.

Valoración:

Batman complacido

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