Para banda la que me cuelga.
Después del mega-hit que supuso el estreno de ‘Bohemian Rhapsody‘ (Bryan Singer, 2018), estaba bastante claro que los biopics sobre músicos están lejos de pasar al olvido, aunque muchos parecen creados por la misma plantilla. La mayoría de ellos presentan un retrato superficial de un camino de excesos combinado por un talento arrollador por parte de sus protagonistas cuyo único reclamo suele ser su repertorio musical. ‘The Dirt‘ se encuentra dentro de esas adaptaciones mediocres que no ofrecen nada nuevo, pero por lo menos nos hace pasar un rato entretenido con los desfases de sus protagonistas.
Basada en la autobiografía publicada por el grupo Mötley Crüe en 2001, esta obra refleja la historia de fama, sexo, drogas y rock ‘n roll, así como el precio del exceso que tuvieron que pagar sus miembros.
Cuando uno piensa en los Mötley Crüe, lo cierto es que Jeff Tremaine (director de las películas de ‘Jackass‘ y ‘Bad Granpa‘) parece el director indicado para adaptar su historia, y no puedo negar que durante su primera mitad consigue realizar un retrato entusiasta, excesivo e involuntariamente paródico de sus integrantes. Aunque el protagonismo suele recaer en el cabecilla de la banda, Nikki Sixx (Douglas Booth), el guión acierta la hora de ir rotando el punto de vista de la narración (y por lo tanto de la voz en off) para irnos presentando a cada uno de los integrantes de la banda. Rápidamente conoceremos sus puntos fuertes y debilidades, pareciéndonos casi inevitable que la acabasen liando parda en el escenario.
Como una versión más coral de lo que pudimos ver en ‘Yo, Tonya‘ (Craig Gillespie, 2018) o en ‘La gran apuesta‘ (Adam McKay, 2015), en más de una ocasión los protagonistas rompen la cuarta pared para advertirnos de que ciertas cosas se han modificado para agilizar la historia o más bien lo contrario, corroborándonos que un acontecimiento demasiado extraño o disparatado para ser real realmente sí que ocurrió.
El problema viene cuando las cosas empiezan a torcerse para los protagonistas y, como consecuencia, para el espectador. ‘The Dirt‘ no sigue una estructura demasiado diferente a otros biopics musicales, por lo que es casi inevitable hacernos una idea de lo que está por venir. El descenso a los infiernos de Nikki Sixx, los problemas de fidelidad de Tommy Lee (Machine Gun Kelly), las tragedias familiares de Vince Neill (Daniel Webber) y los problemas de salud de Mick Mars (Iwan Rheon) forman un conjunto que se aborda con demasiado clasicismo y, en el caso de la trama de Vince, parece incluso forzado. Jeff Tremaine no sabe saltar con agilidad de la comedia al drama como sí pueden hacerlo otros, lo que provoca que el sabor de boca final sea bastante agridulce.
Aun así, es innegable que el reparto realiza un trabajo más que competente. La química entre los cuatro protagonistas es la razón por la que se me escapó una risotada en más de una ocasión y es relativamente fácil tener un favorito. Iwan Rheon consigue hacer mucho con bastante poco, lo que lo convierte en un robaescenas casi sin esfuerzo.
‘The Dirt‘ es un biopic divertido y desenfadado que desgraciadamente se desinfla demasiado rápido.
Valoración:
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