Una doncella coreana fue a trabajar a una casa de nobles japoneses y el resultado te sorprenderá.
Revisando la ficha de IMDb del director Chan-wook Park, me doy cuenta de que esta es la primera película suya que llego a ver, lo cual ya me crucifica como uno de esos parias que aún no ha visto ‘Old Boy‘ (2003). Pero a pesar de ello, creo que no conocer lo que este señor me puede ofrecer en una película ha causado que “La Doncella” me haya sorprendido muy gratamente, pero vamos con una breve sinopsis:
En los años 30, Corea fue colonizada por los Japoneses. Sook – Hee (Tae-ri Kim), una pueblerina coreana, es contratada como doncella/criada de una rica japonesa, Lady Hideko (Min-hee Kim), la cual vive retenida en una mansión con su tio Kouzuki (Jin-woong Jo). La llegada como invitado del conde Fujiwara (Jung–woo Ha) traerá cierto caos a la vida de estas dos chicas.
El único género en el que puedo englobarla es el de thriller erotico, dando como resultado una historia de amor apasionado dentro de un mundo de conspiraciones y planes malvados. Si os tuviese que vender la película por su premisa, muy difícilmente lograría atraer vuestra atención, y posiblemente me haríais apagar la televisión con los primeros 15 minutos de la misma. Es por eso que debo advertir que no todo es lo que parece, y aunque os de la impresión de ser un ‘Velvet‘ a la coreana, ya os aviso que para nada. Al ser muy sensible al spoiler, debo pedir de vuestra fe y que mínimo visionéis una hora de la misma, y si aun así no os convence, podéis fácilmente borrarla de vuestra mente, pero ya os digo que es una de esas joyitas que brillan por sus sorpresas y sus giros.
Algo que impresiona para bien, es que pese a que su ambientación está basada en una época de nobles y plebeyos, sí podemos ver una trama que perfectamente se podría ambientar en la época actual y que en ocasiones da la impresión de ser un thriller de nuestro tiempo. La constante sensación de desconcierto se une a unos personajes maravillosos, en el que el eje central es el triángulo amoroso formado por el conde, la noble y la doncella (y aun diciendo esto, creo que no spoileo nada) que da un juego increíble y del que te puedes esperar cualquier cosa. Súmale un director que te rueda tanto una escena de cama como una escena de tensión de forma magistral, que sabe jugar muy bien con los juegos de engaños y llevar al espectador a una idea equivocada de lo que está pasando.
Mis únicos puntos negativos son su excesiva duración, que puede echar para atrás a más de uno y que requiere cierta paciencia, pero es necesaria para entender a los personajes y lo que sienten dependiendo del momento. Al estar dividida en 3 partes claramente diferenciadas, si uno no se ve capaz, puede postergar el visionado en capítulos como si de una serie se tratase, pero creo que una vez estas en el cliffhanger muy difícilmente podrás pasar de continuar. Otra cosa a destacar es que no tengo claro si posteriores revisionados pueden suponer un reto para el espectador que ya sabe por dónde van los tiros, y donde el factor sorpresa desaparece completamente.
No es una cinta para todo el mundo y mucho menos para impacientes, pero sí una joyita coreana muy difícil de olvidar. De visionado obligatorio en la filmografía de este director.
Valoración:
batsenales.wordpress.com 